Miedo entre los expertos: el fenómeno La Niña se adelanta y el mundo no está preparado

La Niña se adelanta y el mundo no está preparado para recibir este fenómeno que pone los pelos de punta. Los expertos apuntan a una serie de cambios que estamos viendo en estos días y que quizás sean más intensos a medida que avanzamos con el verano. Son días en los que debemos prepararnos para empezar con una serie de detalles que son claves y que quizás nos alejen de lo que sería habitual en esta época del año. Ha llegado el momento de empezar a prepararnos para vivir un tiempo que se sale de la norma.

La previsión del tiempo de estos días puede llegar a ser especialmente peligrosa si nos centramos en una serie de detalles que nos acompañan. Si bien, ya hemos tenido la primera gran ola de calor de la temporada, afrontamos una situación que puede ser cambiante y que quizás nos ponga en un punto que nos costará de afianzar. Son tiempos de inestabilidad, pero también de anomalías térmicas que debemos empezar a visualizar, a medida que vayamos viendo llegar los efectos de una Niña que romperá las estadísticas.

Los expertos tienen miedo

Las temperaturas de estos días que estamos pasando no son las que serían habituales, tal y como vemos en los registros. No hemos tenido un verano como los anteriores, en las que las altas temperaturas se han convertido en grandes protagonistas. En su lugar, nos enfrentamos a una situación que puede ir cambiando por momentos, a medida que nos adentramos en una nueva realidad.

Expertos como Mario Picazo ya alertaron de lo que nos esperaba desde su blog de El tiempo: «Se enfría la superficie del Pacífico ecuatorial pero también hay evidencia de que se enfría el agua a mayor profundidad bajo la superficie del Pacífico tropical. Esa es una clara señal de que El Niño pronto dará paso a un estado neutral, con La Niña pisándole los talones.  Al igual que ocurre con El Niño, una vez se forme La Niña, provocará cambios en la circulación atmosférica global. La Niña tiende a generar una temporada de huracanes más activa en el Atlántico. Lo hace reduciendo la cizalladura vertical del viento, lo que facilita el crecimiento de las grandes nubes de desarrollo vertical que forman los huracanes».

Alertando de una bajada de la temperatura global que estamos empezando a ver durante estos días: «La Niña también podría ayudar a bajar la temperatura global en 2024 respecto a 2023 aunque dependerá de otras anomalías de temperatura oceánicas. A pesar del progresivo enfriamiento del Pacífico a partir del próximo verano, los expertos auguran que 2024 será de los más cálidos».

El fenómeno de La Niña se adelanta y el mundo no está preparado

Desde Climate Prediction Center nos indican qué es lo que nos está esperando en estos días. Parece que el mundo no está preparado para recibir unos registros que son del todo distintos a los que hemos dejado atrás: «En comparación con el mes pasado, los pronósticos más recientes de IRI indican un retraso en el surgimiento de La Niña para septiembre-noviembre 2024, con La Niña entonces persistiendo hasta el invierno del hemisferio norte. El equipo de pronosticadores también favorece el retraso en el surgimiento de La Niña durante este mes, pero anticipando que la transición ocurra antes (agosto-octubre). Esto es, en parte, apoyado por la continuación de las temperaturas de subsuperficie del océano por debajo del promedio y pronósticos a corto plazo sugiriendo la resurgencia de las anomalías del viento del este en julio. En resumen, se espera que continúen las condiciones de ENSO-neutral por los próximos meses, con el favorecimiento del surgimiento de La Niña durante agosto-octubre (70% de probabilidad) y persista hasta el invierno del hemisferio norte de 2024-25 (79% de probabilidad durante noviembre-enero».

Tal y como decía Mario Picazo, las fechas de estos acontecimientos marcarán el curso del tiempo de estos próximos meses, aunque es difícil predecirlos: «No todos los fenómenos de El Niño y La Niña son iguales. Algunos han llegado con más intensidad y mayor impacto a nivel regional y global afectando el clima de un buen número de regiones.  Habitualmente cuando la anomalía de temperatura es mayor, también lo es el impacto del fenómeno. En el caso de El Niño, los de 1972-73, 1982-83, 1997-98, 2015-2016 y 2023-24 han sido los más intensos del registro. Durante esos periodos, la anomalía de la temperatura en la región 3.4 (ver mapa) del Pacífico ecuatorial se situó por encima de los 2 grados centígrados.  Con ese calentamiento en mente, un reciente estudio dice que El Niño podría ser un fenómeno mucho más devastador que La Niña. Dado que al calentamiento que trae el primero habrá sumar el exceso de calor que el océano tiene debido a la actividad humana su impacto podría ser más intenso.En el caso de La Niña, el efecto podría ser el contrario. El calentamiento global de origen humano podría ayudar a que el enfriamiento del agua que genera La Niña no fuera tan intenso y tuviera condiciones más próximas a la neutralidad. De ser así, es posible que su impacto fuera menor tanto en la región del Pacífico como en otras más remotas del planeta».